ESCALDADURA EN EL BEBÉ

Es muy común que al abrir el pañal nos encontremos con la piel roja y dañada por la humedad.

En muchos casos la piel del bebé es tan delicada que los padres se asustan y corren al pediatra, porque no se imaginan cómo pueden curar ese horrible sarpullido que apareció en la colita de su bebé. No te preocupes, estas lesiones de la piel deben prevenirse y se curan fácilmente si las tratas a tiempo y de una manera adecuada.

¿Qué causa la escaldadura? Cuando la orina y las heces fecales están presionadas contra la piel del bebé, éstos rompen la barrera natural de protección de la misma y provocan una irritación. En algunos casos, cuando la irritación no es tratada a tiempo, puede llegar a infectarse.

Para evitar que esto suceda, debes cambiar el pañal del bebé tantas veces sean necesarias, para mantener el área siempre limpia y seca. La frecuencia del cambiado de pañal dependerá de cuánto pueda aguantar su delicada piel.

Si tu bebé está a punto de tener una escaldadura, debes limpiar el área con bastante agua tibia, no raspar ni limpiar con fuerza la parte afectada, dejar que se airee por unos minutos, hasta que la piel esté seca, para recién ponerle un pañal limpio.

Para mantener el área del pañal seca y sin riesgo de hongos (que por cierto son muy comunes), puedes aplicar una crema medicada con nistatina sobre la piel.

Asegúrate que el pañal no esté demasiado ajustado. En caso de no poder cambiarlo inmediatamente, trata de mantener el pañal sin contacto directo con la piel.
Por las noches, te recomendamos utilizar una pomada contra escaldaduras para que ésta actúe como una barrera entre la orina, las heces y su piel. La más apropiada y asequible es la vaselina.

Mientras más tiempo pase tu bebé sin pañal, mejor. Trata de mantener la piel al aire libre todos los días, por unos minutos, esto evitará que se vaya dañando y de este modo no tendrás el mal momento de ver a tu bebé con un feo sarpullido.

Si notas que la irritación o escaldadura no sana pronto o presenta áreas circulares de enrojecimiento, o notas fisuras sangrantes, debes acudir a un pediatra, para asegurarte de que no sea una herida infectada, pues probablemente sea necesario dar un tratamiento especializado.